Renfe ya tiene apuntados al grupo de transporte de viajeros por autobús Alsa y al holding Planeta como dos de los primeros rivales a los que se enfrentará en sus más de 70 años de historia si el Gobierno lleva adelante sus planes de liberalización para el transporte de viajeros en el sector ferroviario.
Fuente de noticia: El MundoEl Ministerio de Fomento ha entregado a ambas empresas las licencias que les permitirán operar en las actividades de viajeros compitiendo con Renfe tanto en los servicios comerciales (AVE y larga distancia) como en los que, como Cercanías, se catalogan como Obligaciones de Servicio Público (OSP)y que cuentan con subvenciones púbicas. Actualmente, según Fomento existen en total seis licencias de este tipo, si bien Planeta, a través de su filial Veloi, y Alsa son los principales candidatos.
Alsa está interesada en trenes regionales y Veloi en el AVE Madrid- Barcelona
Veloi, la empresa perteneciente a Planeta está interesada en los servicios comerciales de alta velocidad y larga distancia, especialmente en la línea Madrid-Barcelona, que ya ha desplazado al avión como medio de conexión preferido entre las dos capitales.
Por su parte, Alsa -que hasta ahora disponía solo de licencia para mercancías- tiene más en mente entrar en los servicios de trenes regionales o de cercanías. La empresa fundada por José Cosmen y adquirida después por National Express está especializada en este tipo de servicios en otros países y en España es la principal transportista de viajeros por carretera.
Según distintas fuentes consultadas por este diario, el decreto que liberalizará definitivamente la competencia con Renfe estará listo antes de las próximas seis semanas.
La propia Renfe, el gestor de infraestructuras Adif y el Ministerio de Fomento a través de sus secretarías de Estado de Transporte e Infraestructuras trabajan cada vez con mayor intensidad en un proceso que tendrá uno de sus puntos de conflicto en las consecuencias sobre las plantillas de las empresas públicas.
A lo largo de los últimos meses Fomento ha acelerado la formalización de un marco jurídico que prepare el camino de la liberalización con cambios en la Ley ferroviaria para fijar nuevas vías de establecimiento de cánones o con la creación de la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria, que asumirá las funciones de autoridad independiente responsable de la seguridad ferroviaria y vigilará el cumplimiento de los requisitos para la obtención de la licencia.
Quedan por fijar las condiciones en que se abrirá el mercado a los nuevos operadores, un paso que las empresas esperan con ansiedad para establecer sus planes de negocio y, sobre todo, el plazo en el que podrían poner a circular por las vías españolas un tren con un logotipo distinto al de Renfe.