Estudiantes del Barrio de la Montaña y de la localidad vecina Ontígola, se han visto afectados en el arranque del curso escolar, por órdenes de la administración con el uso del transporte escolar, además de las franjas de entrada/salida establecidas en los centros educativos como medidas de distanciamiento social frente al COVID-19.
Las quejas de algunos padres y madres de nuestro barrio más alejado del casco urbano y del municipio toledano, se han hecho sonar estos días tras las medidas adoptadas por la administración de vetar el acceso a algunos alumnos al transporte, así como la modificación en los institutos de horarios escalonados para evitar aglomeraciones y el contacto social. Estos horarios escalonados están centrados en dos franjas horarias. La primera entrando a primera hora con salida a las 11:10, y la segunda entrando a las 11:30 con salida a medio día.
Las modificaciones en los horarios de entrada y salida por parte de los centros, y la no disponibilidad total de transporte escolar entre las dos franjas, hace que algunos estudiantes no puedan desplazarse con un tiempo prudencial desde/hasta sus domicilios más alejados por estas incompatibilidades.
Los vecinos del PAU de La Montaña
Los vecinos del PAU de La Montaña, donde está establecido desde hace varios años una ruta escolar que recorre gran parte del barrio y que se encarga de llevar a aquellos estudiantes en los que, a pesar de contar con una línea urbana en el barrio cada 20 ó 30 minutos (en función de la franja), se ven afectados estudiantes ya que no es factible llegar al centro de estudios a tiempo en los horarios de media mañana ni con la línea urbana. Además, se ha dado orden desde la administración de no poder usarlo algunos alumnos.
Desde el IES Alpajés, hace escasos días se les ha comunicado vía correo electrónico a los padres, madres y alumn@s del centro que «el alumnado que vive en el PAU de 1º y 2º ESO y el alumnado de BACHILLERATO NO podrá utilizar el servicio de ruta escolar BAJO NINGÚN CONCEPTO según órdenes expresas de la administración.». Para ello, se indica que solo los alumnos autorizados tendrán un carné de uso personal y podrá ser requerido por el conductor en el acceso a la ruta.
Este es el correo que ha proporcionado el IES Alpajés acerca del transporte escolar:
Lamentamos y exigimos a las administraciones pertinentes, que busquen vías de solución para estos casos, y en especial para los alumnos de 1º, 2º ESO y Bachillerato en el servicio matutino y vespertino de nuestra localidad, dado que no se les puede dejar desamparados por causas que no se detallan a petición de la administración. También para aquellos que tienen un horario de entrada/salida en las franjas de media mañana, creemos que ha de buscarse una viabilidad para beneficiar de la misma manera a todos los alumnos usuario de este servicio de movilidad.
Los vecinos de Ontígola
Como indicábamos al principio, por medidas de seguridad, los institutos cuentan con un horario de turno partido, donde el primer turno finaliza a las 11:10. Sin embargo, este horario para los ontigoleños es complejo, ya que el autobús de la línea 518 sale a las 11:40 desde Calle Infantas. Esto conlleva a que, en caso de provocarse por cualquier circunstancia un retraso en la salida del centro, los escolares no lleguen a tiempo al autobús.
El segundo turno de entrada establecido se realiza a las 11:30, de manera que para llegar a tiempo a este turno han de coger el servicio de la línea 518 de Ontígola que pasa sobre las 10:00 por la Plaza de la Libertad con destino Calle Infantas, y con casi una hora por medio hasta entrar a los centros de estudios, como es el caso del IES Alpajés.
Para solventar el problema, se tendría que reforzar la línea 518 que discurre entre Aranjuez y Ontígola, para poder cubrir esta demanda que queda vacía en una franja de dos horas (de las 09:40 a las 11:40) hasta salir el próximo servicio, dado que es considerado hora valle.
Según fuentes consultadas por RTA, estos servicios de transporte escolar son sufragados desde diferentes administraciones para cada caso, siendo sufragado por la administración autonómica madrileña para el caso de Aranjuez, a petición de los servicios demandados por parte del Ayuntamiento de Aranjuez; y en el caso de la localidad toledana gestionado y sufragado por parte del Ayuntamiento de Ontígola, mediante la financiación de la Junta de Castilla La Mancha.
Finalmente son los escolares los que quedan desamparados de nuevo. Ante este problema, podría llegar a resolverse satisfactoriamente si se negocia con las administraciones responsables, tal y como ha ocurrido en nuestra localidad anteriormente con varios casos, donde algunos escolares tenían que desplazarse fuera o dentro de nuestro municipio, prestándose desplazamientos ad-hoc para situaciones excepcionales como la que estamos viviendo con la pandemia.